Los ovnis a la luz de la Biblia
Written by FeWeb_Mgr2022 on 14 de agosto de 2024
¿El texto bíblico explica las apariciones ocurridas en el cielo en varios lugares del planeta?
Con las recientes noticias de gran repercusión que involucran la aparición de objetos y fenómenos de naturaleza curiosa en el cielo de diversos países, varias personas, especialmente estimuladas por los medios de comunicación y teóricos de la ufología, comenzaron a discutir sobre esas apariciones.
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¿Serán visitantes de otros mundos, equipos científicos como satélites y globos de investigación atmosférica, tecnología militar secreta de países o solo fruto de la imaginación humana? Son muchas las ideas propuestas para explicar la naturaleza de lo que se vio en el cielo. Veremos brevemente lo que dicen diferentes fuentes sobre los ovnis.
¿Qué son los ovnis y qué pueden ser las recientes apariciones?
Aunque el uso de términos como ovni (que significa ‘objeto volador no identificado) o, en inglés, UFO (Unknown Flying Object) esté todavía bastante difundido, recientemente se han adoptado otras terminologías para distinguir y caracterizar de manera más clara fenómenos que pueden clasificarse como atmosféricos o aeronáuticos/aeroespaciales.
También están los términos UAP, para los fenómenos aéreos no identificados (del inglés Unidentified Aerial Phenomena), y UAV para un vehículo aéreo no tripulado (del inglés Unmanned Aerial Vehicle). Este último es más comúnmente conocido como drone. Otro término usado para drones es UAS (del inglés Unmanned Aerial Sistems) y se refiere a sistemas aéreos no tripulados. A partir de esas definiciones, todos los últimos relatos que llenaron las noticias pueden explicarse razonablemente bien: se trataría de globos de investigación científica o espionaje, satélites reflejando la luz solar y objetos similares.
Los ovnis (UFO) y la ufología
La ufología u ovnilogía es el conjunto de asuntos y actividades asociadas al interés en ovnis y también a fenómenos relacionados con esos eventos, generalmente agregando un espectro inverso de ideas que incluyen desde el contacto con seres extraterrestres y abducciones (una forma de secuestro por parte de naves alienígenas) y se extienden hasta ideas que engloban conceptos esotéricos y espiritualistas para explicar esos fenómenos y su causa.
La propia etimología de la palabra ufología, un neologismo aparentemente acuñado por /Edward J. Ruppelt, deriva de la junción del acrónimo -ufo, del inglés “unidentified flying objects”, y el sufijo -logía que viene del griego antiguo-λογία, que significa estudio o rama de conocimiento.[1]
¿La Biblia presenta alguna referencia a los ovnis?
A pesar de no utilizar las expresiones modernas ovni o UFO, la Biblia presenta algunos principios básicos que pueden ayudarnos en la comprensión de ese tema intrigante.
Las Escrituras muestran que las fuentes de fenómenos sobrenaturales derivan de: (a) Dios (en las personas del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo) y sus siervos celestiales; (b) Satanás y otros seres de naturaleza angelical que, así como él, están en un gran conflicto con las fuerzas del bien por el dominio de este mundo y sus habitantes (Apocalipsis 12:7-9) y que para eso no miden esfuerzos para ejercer todo tipo de engaño que pueda ofrecerles alguna ventaja en la batalla por cada vida.
Teniendo en consideración ese escenario, desde el punto de vista bíblico, si los ovnis existen como eventos sobrenaturales, se categorizan en una de esas alternativas. Ahora, para determinar la fuente de algunas manifestaciones a partir del prisma de la Biblia, sería necesario analizar cómo actúa cada grupo de seres del bien y del mal.
Por ejemplo, en las páginas sagradas se puede notar que gran parte de las manifestaciones satánicas son confusas, también indefinidas y generalmente llevan a las personas a entendimientos engañosos. Existe un elemento que despierta la curiosidad por el misterio y que interfiere en las emociones, más que una búsqueda racional por respuestas propiamente concretas.
Identificación de manifestaciones
El teólogo Alberto R. Timm[2] hace un análisis en el cual clasifica ese tipo de manifestaciones como encarnaciones demoníacas y proporciona algunos ejemplos como manifestaciones en forma de animales (Génesis 3:1-5; Apocalipsis 12:9), de personas ya muertas (1Samual 28) y de seres angelicales (2 Corintios 11:14). La Biblia refuerza esto con la enseñanza de que no hay un alma o espíritu (fantasma) inmortal que sale del cuerpo de una persona o cualquier otro ser vivo cuando estos mueren, naturalmente no son esas las causas de las apariciones.
Juntando esas informaciones, tenemos la indicación bíblica de que habría “grandes señales y prodigios” (Mateo 24:24; Marcos 13:22) en los últimos días por parte de los ángeles rebeldes para atraer a las personas con esas experiencias.
Esas experiencias estarían conectadas con creencias derivadas de conceptos no bíblicos como la inmortalidad del alma y el contacto directo con seres de afuera de la Tierra (extraterrestres), que no son los ángeles de Dios. Es posible notar la implicación clara y directa: desde el punto de vista de la Biblia, si algunos de esos eventos con ovnis fueran realmente sobrenaturales, no serían más que manifestaciones de ángeles caídos. Descartando, claro, los casos de mala interpretación de eventos con satélites, globos de investigación y espionaje, tecnología militar secreta, fraudes de imágenes y similares.
No es coincidencia que, en las líneas de la ufología, que se profundizan en los orígenes y motivaciones de esas apariciones, haya una presencia muy fuerte de conceptos provenientes de una comprensión esotérica, espiritualista y hasta gnóstica del mundo. El gnosticismo es la cosmovisión relacionada con la existencia de espíritus inmateriales o seres extraterrestres que no se enseñan en el mensaje bíblico, pero de la misma forma están involucrados en salvar la presente civilización humana de la destrucción.
Hay otros textos bíblicos que corroboran esa capacidad por parte de los ángeles rebeldes cuando dicen lo que son capaces de realizar “[…] y habrá terror y grandes señales del cielo” (Lucas 21:11), de transformarse en ángeles de luz (2 Corintios 11:14), y “hacer descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres” (Apocalipsis 13:13). Esas señales y maravillas tendrían por objetivo “engañar, si fuere posible, aun a los escogidos” (Mateo 24:24; Marcos 13:22; ver Juan 8:44; 2 Tesalonicenses 2:9, 10). Por lo tanto, es innegable que las ideas ufológicas orientan por un rumbo que se vale de una cosmovisión que entra en conflicto con la Biblia.
Con los ojos en las Escrituras
Los intereses por detrás de la recurrencia de ese tipo de asunto en las noticias e industria del entretenimiento pueden cubrir y sobreponerse en varios aspectos, entre ellos: (1) comercial, pues el misterio es algo que agita a las personas emocionalmente y las hace invertir hasta en grandes cantidades de dinero en busca de satisfacer su curiosidad; (2) distracción con finalidades políticas, desviando el foco de problemas de gran escala en la sociedad; (3) mensaje espiritual contrario a la Biblia, en que constantemente se transmite una idea de que los extraterrestres que en el futuro vendrán a intervenir en la historia humana quieren destruirnos, cuando en el relato de la Biblia se habla de Dios Padre, Jesús y sus ángeles que vienen a salvar a la humanidad arrepentida de un mundo de pecado.
A pesar del bombardeo de informaciones con esa temática que muchas veces reciben los cristianos, necesitan mantener el foco en el mensaje y la misión que dejó Jesucristo. Para eso, deben posicionarse en el análisis sólido y sobrio de las informaciones que les llegan, teniendo el cuidado de no caer en dos extremos: el extremo del fideísmo o creencia – una fe/confianza en algo desprovisto de evidencias como mínimo razonables; y el extremo de escepticismo o negacionismo – descartando siempre aspectos sobrenaturales en los eventos de este mundo. Que sean ellos vigilantes y perseveren en oración mientras avanzan en el estudio y en las demás elecciones que harán a lo largo de la vida, pues el momento final de la historia de este mundo de pecado se acerca.
“Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración” (1 Pedro 4:7).